TÉCNICAS DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

  • Antes de resolver los problemas es necesario identificarlos. Así que haz una lista de tus problemas.
  • Valora si el problema es tuyo. Muchas personas se complican la vida intentando encontrar solución a problemas que no les pertenecen. Si no es tu problema deja de preocuparte por él.
  • Define el problema de forma concreta. Algunas veces es difícil definir el problema exactamente, pide ayuda a personas de tu entorno si este es el caso.

No te preocupes de las soluciones, ni del número de problemas escritos (a veces la lista no es tan larga como esperábamos).

  • Elige uno que tengas mucho interés en solucionar y que haya posibilidades de hacerlo. Intenta concretarlo lo máximo posible (cuándo, cómo, con quién…).
  • Responde a las siguientes preguntas: ¿He solucionado esto en el pasado o en situaciones parecidas? ¿Cómo lo hice? ¿Qué recursos o habilidades usé? ¿Tengo personas que me pueden ayudar, apoyar en esto?; personas que me ayuden, no que me lo solucionen (“enseñar a pescar o acompañar en la espera”) ¿Quiénes son?
  • Piensa en cosas que pueden ayudarte a solucionar el problema: haz una lluvia de ideas escribiendo la mayor cantidad de soluciones posibles. Cuantas más opciones mejor, así disminuirá el malestar de creer que no tiene solución.

No te preocupes por si son buenas o si van a servir, no las valores, es el momento de apuntar todas las soluciones posibles, más adelante ya las valorarás.

  • Elije tres de toda la lista. Comienza por la que consideras que es la mejor, piensa pros y contras de cada una y escoge.
  • Si pruebas una opción y no funciona siempre puedes probar otra.

Normalmente es necesario realizar diferentes pasos para llegar al resultado deseado. El plan debe ser alcanzable (empezando por objetivos pequeños y concretos); orientado a la acción (un plan con lo que hará), específico (el qué, con quién, cuando…), limitado en el tiempo (por ejemplo: hoy dedicaré una hora a hacer esta tarea).

¿Cuál es el plan exactamente? Lleva a cabo el plan según lo que has establecido,  cuando lo hayas cumplido o la fecha tope haya pasado, pasa al siguiente paso.

  • ¿Qué pasó? ¿Qué fue bien? ¿Qué salió mal? Tras valorar tienes varias opciones.
  • Seguir con tu plan inicial o hacer uno nuevo, ajustando tiempos si no es suficiente, revisando la meta y haciendo otro intento. Puedes afrontarlo desde otra perspectiva: coge otra solución alternativa.

Y muy importante valora los intentos y los progresos que estás realizando.