Asma

El asma es una enfermedad respiratoria crónica, en la que, ante determinados estímulos, los bronquios o conductos por los que pasa el aire reaccionan de una manera exagerada produciendo inflamación, obstrucción y estrechamiento en su interior, lo que dificulta la entrada y salida del aire. Esta obstrucción en ocasiones se pasa espontáneamente, pero en general se necesita utilizar algún medicamento para disminuir la inflamación.

Los principales síntomas son:

  • "Ahogo" o dificultad para respirar, conocida como "disnea"
  • Episodios de tos seca y persistente, sobre todo nocturna
  • Ruidos al respirar, "pitidos", denominados "sibilancias"
  • Opresión o sensación de tirantez en el pecho
  • Síntomas nasales como picor, estornudos, sensación de taponamiento nasal, etc.

Las causas o factores que más contribuyen para que aparezca esta enfermedad son:

  • Asma u otras enfermedades alérgicas en la familia. La mitad de las personas con asma tienen familiares que también la han padecido.
  • Alergia a ácaros (pequeños insectos que viven en el polvo doméstico, en especial en ambientes húmedos), pólenes (de gramíneas, árboles, malezas, etc.), animales (perro, gato, hámster, caballo, etc.), hongos transportados en el aire, etc.
  • Exposición a productos nocivos: tabaco, contaminantes ambientales (partículas de combustión, diésel), etc.
  • Sensibilización a sustancias que producen alergia en ámbitos laborales (panadería, peluquería, ganadería, pinturas con pistola, industria química, etc.).

Además de todo lo anterior, hay otros factores desencadenantes que pueden favorecer la aparición de síntomas en personas predispuestas:

  • Infecciones respiratorias: resfriado, gripe, sinusitis, bronquitis.
  • Factores relacionados con el clima: frío, grado de humedad, nieve.
  • Actividad física intensa.
  • Inhalación de vapores de cocinado de algunos alimentos, en especial mariscos y pescados.
  • Situaciones de estrés o emociones intensas.
  • Fármacos: aspirina, antiinflamatorios, betabloqueantes (tratamiento hipertensión, colirios…), etc.

  

 

Controlar el asma puede hacer que los síntomas estén completamente ausentes

SI TE CUIDAS, ES POSIBLE LLEGAR A SENTIRSE MEJOR QUE ANTES. ¿QUÉ HAY QUE HACER?   

Se considera que el asma está bien controlada si se pueden llevar a cabo las tareas habituales (trabajo, estudio, casa), no se nota falta de aire durante el día, los síntomas no despiertan por la noche o más temprano que de costumbre, no se necesita utilizar un inhalador con medicación de alivio o rescate y no se tienen crisis agudas.

Los pilares básicos del tratamiento son:

Controlar causas como:

  • Evitar la exposición a sustancias irritantes
  • Dejar de fumar
  • Prevenir infecciones respiratorias

Tomar la medicación:

  • Medicamentos de "control" de la inflamación: corticoides
  • Medicamentos de "alivio o rescate" de la obstrucción: broncodilatadores de acción corta
  • Otros tratamientos: broncodilatadores de acción larga, antileucotrienos, vacunas para las alergias, etc.

Aprender a utilizar los inhaladores

Hacer ejercicio físico y ejercicios respiratorios

Realizar ejercicios de relajación y controlar el estrés

Otros cuidados generales: alimentación, control del peso, uso de otros medicamentos, técnicas de adaptación de actividades de la vida diaria, higiene bucal, etc.

Una vez diagnosticado de asma se requiere del esfuerzo personal para conocer y poner en práctica estos autocuidados.